Ότι δεν με σκοτώνει με κάνει πιο δυνατό


miércoles, 29 de agosto de 2012

En el cuartel de los gladiadores



Un filmato in 3D che ricostruisce un ludus, uno degli oltre cento sorti in ogni provincia dell'Impero romano. Palestre-prigione che i gladiatori chiamano casa, e dove si impara a combattere e a morire. In nome dell'unico tiranno che gli imperatori stessi devono corteggiare: il pubblico.

I resti di questa scuola romana di gladiatori furono ritrovati nel 2011 nella zona del parco archeologico di Carnuntum, poco fuori la cittadina austriaca di Hainburg, a metà strada tra le due capitali Vienna e Bratislava.

Grandi o piccole, queste strutture si somigliavano tutte: pianta quadrata o rettangolare, cubicoli per gli alloggi, magazzini per le armi, a volte prigioni (per gli "ospiti" che non erano erano lì per scelta) e soprattutto un'ampia corte per le esercitazioni, a volte dotata di una piccola arena in cui l'editor che finanziava i giochi poteva "testare" in anteprima i suoi campioni. 
Credits:
Ludwig Boltzmann Institute for Archaeological Prospection (LBI ArchPro) & 7reasons


Una película en 3D que reconstruye un ludus, uno de los más de cien surgidos en todas las provincias del Imperio Romano. Palestra-prisión que los gladiadores llaman  hogar y donde se aprendía  a luchar y a morir. En el nombre del único tirano que los emperadores debían contentar: el público.
Los restos de esta escuela romana de gladiadores se encontraron en 2011 en la zona del parque arqueológico de Carnuntum, en  las afueras de la pequeña población austriaca de Hainburg, a medio camino entre las dos capitales Viena y Bratislava.
Grandes o pequeñas, estas estructuras se parecían todas: planta cuadrada o rectangular, cubículos para la vivienda, almacenes para las armas, a veces prisiones (para los "invitados" que no estaban allí por elección) y un gran patio para el entrenamiento, a veces dotado con una pequeña arena en la que el editor que financiaba los juegos podría "probar" en primicia a sus campeones.
Créditos: Ludwig Boltzmann  Instituto para la Prospección Arqueológica (LBI ArchPro) y 7reasons










jueves, 23 de agosto de 2012

¿Cuéntote un cuentu n´asturianu?







Güei déxovos equí esti cuentu n´asturianu escritu per un xoven escolín, col enfotu que vos preste´l testu asgaya.




LA CABRA BERMEYA Y LES PITES PINTES


Rodrigo Valdés García




Yérase una vez una cabra bermeya, llamábase Nalda, y tenía un maríu llamáu Belardu. Yeren una especie de llabriegos, teníen un corral llenu de pites pintes, vaques casines, gochos celtes y tamién una granxa llena de pataques xaponeses, calabaces llanisques, zanahories de Castiella y cebolles rellenes.


De xuru, lo que más-y gustaba a Belardu yeren les pites pintes, pero non cuidales, non, lo que-y gustaba yera comeles, comía y comía per elles como un descosíu… En cambiu Nalda yera vexetariana, ella cuidaba’l güertu y Belardu´l corral.


Un dí l´home fexo un esperimentu pa conseguir que les pites fueren más grandes, más grandes, asina tendría más comida, atalantaba él. Con la primer pita que probó llamábase Sunta, pero en vez de crecer un poco convirtióse en pocos segundos nun monstruo de 20 metros que miraba pal amu con una cara como de querer mordelu peles oreyes. Belardu empezó a correr y a gritar, pero Sunta garró la poción y echólo a toles sos compañeres, les otres pites. Toes se convirtieron, enseguida, en monstruos.


Nalda, namás enterase de lo que pasare, garró la moto y salvó a Belardu. Depués llamaron al exércitu, a la Policia, etc. Pero les pites monstruo nun morríen. Entós llamaron a Quirón, al Minotauru, al Cuéllebre, a Polifemo y a la Hidra. Llucharon y llucharon, pero les estrañes pites nun morríen.


Entós a Belardu entró-y  una idea na cabeza: busca-yos a esos bichos el puntu débil. Diose cuenta de que'l puntu débil tenía que ser Conocimientu del Mediu, la materia más difícil de la escuela. Belardu garró un altavoz y preguntó-yos a los monstruos:


¿De qué ta formáu el tubu dixestivu?
¿Qué son les glándules salivales?


Y, como per arte de maxa, aquellos seres diben perdiendo fuerza y fuerza cada vez que nun yeren a responder a les preguntes. Cuando Belardu-yos fexo la última pregunta: ¿pa qué valen los alvéolos pulmonares?, los monstruos cayeron de rodilles rendíos, agotaos. Y fue cuando dixeron: Val, dexámosvos en paz con tal de que esti nun coma pites pintes.


Belardu acetó.




Y collorín colloráu isti cuentu ta acabáu.




lunes, 20 de agosto de 2012

Αύγουστος - Νίκος Παπάζογλου








Μα γιατί το τραγούδι να 'ναι λυπητερό
με μιας θαρρείς κι απ' την καρδιά μου ξέκοψε
κι αυτή τη στιγμή που πλημμυρίζω χαρά
ανέβηκε ως τα χείλη μου και με 'πνιξε
φυλάξου για το τέλος θα μου πεις.

Σ' αγαπάω μα δεν έχω μιλιά να στο πω
κι αυτό είναι ένας καημός αβάσταχτος
λιώνω στον πόνο γιατί νιώθω κι εγώ
ο δρόμος που τραβάμε είναι αδιάβατος
κουράγιο θα περάσει θα μου πεις.

Πώς μπορώ να ξεχάσω τα λυτά της μαλλιά
την άμμο που σαν καταρράχτης έλουζε
καθώς έσκυβε πάνω μου χιλιάδες φιλιά
διαμάντια που απλόχερα μου χάριζε
θα πάω κι ας μου βγει και σε κακό.

Σε ποιαν έκσταση απάνω σε χορό μαγικό
μπορεί ένα τέτοιο πλάσμα να γεννήθηκε
από ποιο μακρινό αστέρι είναι το φως
που μες τα δυο της μάτια πήγε κρύφτηκε
κι εγώ ο τυχερός που το 'χει δει.

Μες το βλέμμα της ένας τόσο δα ουρανός
αστράφτει συννεφιάζει αναδιπλώνεται
μα σαν πέφτει η νύχτα πλημμυρίζει με φως
φεγγάρι αυγουστιάτικο υψώνεται
και φέγγει από μέσα η φυλακή.

Πώς μπορώ να ξεχάσω τα λυτά της μαλλιά
την άμμο που σαν καταρράχτης έλουζε
καθώς έσκυβε πάνω μου χιλιάδες φιλιά
διαμάντια που απλόχερα μου χάριζε
θα πάω κι ας μου βγει και σε κακό.



sábado, 18 de agosto de 2012

EL laberinto de Borges





De nuevo Navegando se acerca hasta el gran escritor argentino Jorge Luis Borges. No es esta la primera ocasión en que el bonaerense  ocupa nuestro espacio por lo que ya conocemos su manifiesta admiración por el mudo clásico, demostrada desde su infancia cuando a los siete años ya escribe en inglés un texto sobre mitología griega, que el propio Borges recordaba así: “Debió de haber tenido unas quince páginas, con la historia del Vellocino de Oro y el Laberinto y Hércules, que era mi favorito, y después algo sobre los amores de los dioses y la historia de Troya.”

Visto lo anterior parece consistente pensar que la cultura clásica llena un importante espacio en la obra de Borges, como efectivamente así es. Bien, pues dentro de los temas clásicos uno de los más recurrentes es sin duda el del laberinto. El conocido episodio mítico del Minotauro. Recordemos brevemente de qué va este mito: El Minotauro es un hombre con cabeza de toro, hijo de la unión de Pasífae, reina de Creta, con un toro. ¿Cómo ha podido suceder algo así? Aclaremos que el toro había sido enviado por Posidón para ayudar a Minos a obtener el gobierno de Creta, pero Minos se negó a sacrificar este animal al dios del mar, lo que desató la cólera de este utilizando en su venganza  a la mujer del rey cretense que víctima de las intrigas de Posidón se enamora del animal. Pasífae, marioneta en manos del dios, en su deseo de unirse al toro le pidió a Dédalo que la ayudase, a lo que este accedió creando una ternera en la que se escondió la reina. Consumada la unión, nace el Minotauro al que Minos esconde en un laberinto construido por Dédalo. Allí el hombre-toro era alimentado con jóvenes que procedían de Atenas (como pago al gran rey de Creta). Hasta que un día el hijo del rey Egeo de Atenas, llamado Teseo se ofrece voluntario al sacrificio con la firme idea de acabar con el Minotauro. Para conseguir su propósito, Teseo contó con la ayuda de Ariadna, hija de Minos, la cual le entregó un ovillo de hilo para que el ateniense pudiese salir del laberinto tras haber dado muerte al monstruo. Así sucedió, así nos lo relata el mito.

Volvamos nuestra vista de nuevo a Borges y al “laberinto”, muy presente en su obra, especialmente en el relato “La casa de Asterión” (incluido en El Aleph del año  1949). En él no se rememora simplemente el mito griego sino que el laberinto representa una visión metafísica del mundo. Es muy interesante sentir cómo Borges se identifica con Asterión, el monstruo encarcelado, frente a Teseo, el héroe triunfador.
Siguiendo las palabras de Larrañaga de Bullones al respecto, entendemos que con el laberinto Borges simboliza el universo exterior, su inmensidad y falta de salida, pero, también representa el mundo interior del hombre, sus caminos enmarañados. Inferimos asimismo que el Minotauro une entorno a sí tres símbolos: por un lado está el hombre encerrado en su laberinto, protagonista de su mundo interior y exterior, prisionero que no consigue comunicarse; por otro lado el Minotauro es símbolo de Borges, un ser extraño y monstruoso que vive aislado, alejado de los demás en su doble condición de hombre y escritor, y como el Minotauro su sustento es el hombre; por último, el Minotauro es el destino, siempre otro, siempre el mismo.

Concluyo este breve acercamiento al laberinto de Borges con la clara idea de que todos estamos dentro de un laberinto, el de nuestra propia vida, conscientes del ataque al que continuamente estamos expuestos, esperando que Ariadna nos muestre el hilo para vencer a ese monstruo que nos espera, nuestro destino, al que nos enfrentamos en soledad sin la esperanza de un Teseo que nos rescate de nuestra propia prisión. 



El laberinto

Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan. He olvidado
los hombres que antes fui; sigo el odiado
camino de monótonas paredes que es mi destino.
Rectas galerías que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años. Parapetos
que ha agrietado la usura de los días.
En el pálido polvo he descifrado
rastros que temo. El aire me ha traído
en las cóncavas tardes un bramido
o el eco de un bramido desolado.
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
éste el último día de la espera.


El poema leído por Borges




miércoles, 15 de agosto de 2012

En corto


Ἐν τῷ οὐρανῷ ἥλιος λάμπει.  
Καλὸν ἡσυχία!



Wildebeest







Swing of Change







jueves, 9 de agosto de 2012

El Discurso fúnebre de Pericles





El Discurso u Oración fúnebre de Pericles forma parte de la obra Historia de la Guerra del Peloponeso escrita por Tucídides. El discurso es todo un modelo de reflexión política sobre las virtudes de la democracia además de un excelente manifiesto en defensa del hombre y los valores cívicos y culturales.
Hagamos ahora un breve recorrido por los protagonistas. 

Tucídides. Poco se sabe de su vida. Los datos más precisos son los que él mismo relata en su obra donde leemos que fue nombrado estratego en el 424 a.C  fecha en la que también se le desterró de Atenas durante veinte años por no haber llegado a tiempo de impedir que el espartano Brásidas se apoderase de la ciudad de Anfípolis. Estos datos además de su importancia intrínseca nos ayudan a intentar fijar la fecha de su nacimiento ya que para ser nombrado estratego debería tener treinta años, así pues podemos considerar el año 455 a. C. como fecha aproximada de su nacimiento, el lugar sí lo sabemos, Atenas. Su muerte la fijamos en torno al 395 a.C. Miembro de la aristocracia ateniense gozó de un cierto desahogo económico y de una esmerada instrucción que sin duda le facilitó su labor de historiador. Tucídides destaca en este campo por realizar una narración de la historia desde una óptica científica y rigurosa, donde la objetividad y el contraste de las fuentes son notas destacadas. Asimismo sobresale en su obra la forma de explicar los acontecimientos históricos siempre determinados por la inteligencia y la fortuna, al margen del aspecto religioso.

La Guerra del Peloponeso. En esta obra, dividida en ocho libros e inacabada, se relata el largo y despiadado enfrentamiento entre la Liga Délico-Ática (Atenas y aliados) y la Liga del Peloponeso (Esparta y aliados). Esta contienda, en la que Tucídides participó, supuso la debilitación de Grecia y el inicio de su declive, no podemos olvidar que los tres periodos históricos en que se divide la guerra abarcan desde el año 431 a.C. al 404 a.C.
El relato de los hechos que hace Tucídides sigue un orden cronológico, por años y por estaciones, incluyendo en ellos abundantes discursos de los personajes participantes. Su obra está escrita en dialecto ático con una clara influencia del jónico. En cuanto a su estilo es intenso, complejo, a lo que hay que añadir una sintaxis complicada, especialmente difícil en su traducción.

Pericles. Nació en Atenas en torno al 495 a. C y su muerte la situamos aprox. en el 429 a.C. Miembro de una reconocida familia aristocrática, pronto formó parte del partido democrático de Efialtes a cuya muerte le sucedió en el cargo. Elegido estratego en el 454 a.C. reforzó la supremacía de Atenas en la Liga de Delos. De hecho este brillante estratega ateniense tenía un claro propósito: hacer de Atenas la mejor polis de Grecia y del mundo. Para ello favoreció la creación de colonias atenienses por el Egeo, construyó una poderosa armada, levantó fortificaciones  y edificó impresionantes construcciones, baste recordar la Acrópolis.  Otro de sus logros fue rodearse de las mejores figuras culturales del momento, artistas de la altura de Fidias, Policleto, los arquitectos Mnesicles, Ictino y Calícrates, sin olvidarnos de la literatura con nombres como Ésquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, el médico Hipócrates…
Recogiendo las palabras de Francisco R. Adrados sobre Pericles podemos afirmar sin ningún tipo de duda que fue un hombre superior que puso su prestigio y su talento al servicio de una idea sin dejarse desviar. En él se halla también una benevolencia hacia el pueblo ateniense de la que quiso hacer uno de los principios de su sistema; no es solamente patriotismo sino también amor a todo el pueblo, disposición humana basada en la idea de lo que hay común entre los hombres y no en un mero acercamiento espontáneo.
La Atenas democrática se convirtió bajo su gobierno en el mayor centro cultural y artístico del mundo. Al punto que a este siglo V a.C. se le denomina “el siglo de Pericles”.

El Discurso u Oración fúnebre de Pericles. Lo encontramos en el libro segundo de la Historia de la Guerra del Peloponeso. No es este como ya he apuntado anteriormente el único discurso que aparece en ella. Con este recurso Tucídides consigue por una parte exponer directamente los porqués de la forma de actuar de los personajes, por otra parte representa un buen medio dramático para su narración.
El Discurso, pronunciado en el año 431 a. C. en el cementerio del Cerámico de Atenas, y recreado años después por Tucídides, nos presenta a un Pericles dirigiéndose a los familiares de los fallecidos en el primer año de la guerra del Peloponeso y realizando todo un ejemplo de exaltación de los valores de la democracia ateniense como base de la importancia y el prestigio adquirido por Atenas unido al valor y orgullo del pueblo griego, cuyo ejemplo encuentra en los guerreros fallecidos. Pericles parece seguir la idea aristotélica según la cual la excelencia humana es inseparable del éxito, combinándola en cierta medida con los nuevos valores democráticos. En Tucídides, Pericles resume su ideal en la siguiente frase: “afirmo que la ciudad entera es la escuela de Grecia y creo que cualquier ateniense puede lograr una personalidad completa en los más distintos aspectos y dotada de la mayor flexibilidad, y al mismo tiempo, el encanto personal”.


El texto del Discurso seleccionado y leído en griego por Alfonso Gómez-Lobo.




jueves, 2 de agosto de 2012

Rafael Alberti y el mundo clásico



En  Alberti encontramos de una forma clara y abierta la huella de nuestros clásicos. Leyendo su obra y observando su pensamiento apreciamos la importancia y el placer que sentía reafirmando su pertenencia a ese mundo grecolatino que descubre gracias al arte, especialmente la pintura y las obras traducidas de los clásicos. Baste recordar sus propias palabras en “La arboleda perdida” refiriéndose a quienes habían encendido en él la vena poética; dice Alberti: “…Me entusiasmé con Aristófanes, más que nada por su Lisístrata, que releía entre pudibundos sonrojos y carcajadas. Me quitó el sueño la grandeza de Ésquilo; me llenaron de  ilusiones heroicas los dioses guerreros de la Iliada y las aventuras azules de Odiseo; me volvieron pastor de rosas y cipreses los Idilios de Teócrito, y comencé a sentir, aunque muy vagamente desde aquellas lecturas, el angustioso anhelo de precisión y claridad que ahora sobre todo me domina.”

Junto con las obras de los autores antiguos también la pintura es un elemento determinante para que el poeta se adentre y sienta sobre sí la influencia y cercanía de la tradición clásica. No debemos olvidar que en su adolescencia Alberti deseaba ser pintor por lo cual frecuentaba el Museo del Prado y el Casón del Buen Retiro donde se dejaba seducir por “la claridad airosa de la Victoria de Samotracia, la esbelta sencillez del Apoxiomenos de Lisipo, la infinita tortura de Laoconte, la ruda anatomía de Hércules… “

Alberti influido especialmente por el gran pintor Tiépolo siente con profunda emoción los colores azul y blanco de su infancia, del paisaje de su tierra que recordaba el azul de los frescos de Creta, el azul de Italia y cómo no, siempre el Mediterráneo. Por tanto su esencia está en España y en el mundo del Egeo y el Tirreno.
La presencia de Italia en Alberti es evidente ya desde su cuna. Nieto de italianos por parte paterna,  ese será además el lugar que elija el poeta para vivir durante su exilio. De hecho su estancia en Roma marcará un importante reencuentro con unas raíces de las que el poeta era plenamente consciente.
Para  terminar este breve artículo os dejo lo mejor de Alberti, su poesía:


RAFAEL ALBERTI

Si mi voz muriera en tierra, 
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:

sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla un estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!



ΡΑΦΑΕΛ ΑΛΜΠΕΡΤΙ

Αν η φωνή μου πέθαινε στη στεριά
φέρτε την στην επιφάνεια της θάλασσας
κι αφήστε την  στην ακτή.

Φέρτε την στην επιφάνεια της θάλασσας
και κάντε την καπετάνισσα 
σ΄ένα λευκό πολεμικό καράβι.

Ω, φωνή μου στολισμένη
με τα ναυτικά σύμβολα:

πάνω στην καρδιά μια άγκυρα
και πάνω στην άγκυρα   ένα άστρο
και πάνω στο άστρο ο άνεμος
και πάνω στον άνεμο το πανί!. 

Μετάφραση: Μόσχος Εμμανουήλ Λαγκουβάρδος




El poema en la voz del maestro Enrique Morente: