Ότι δεν με σκοτώνει με κάνει πιο δυνατό


jueves, 26 de septiembre de 2013

Tyrtarion - Altercatio cum Lydia (ex Horatii III. Odarum libro, 9)





Eclosión (Amantes sentados). 1905.
Miguel Blay y Fábregas





El poeta Horacio en su Carminum III - 9 celebra la reconciliación con su amante Lidia. 

Esta es la única oda del poeta estructurada formalmente en diálogo amebeo, donde el segundo interlocutor recoge los sentimientos expuestos por el primero.

Compuesta en estrofas asclepiadeas 3º.



“Donec gratus eram tibi

nec quisquam potior bracchia candidae
     ceruici iuuenis dabat,
Persarum uigui rege beatior.”



     “Donec non alia magis               
arsisti neque erat Lydia post Chloen,
     multi Lydia nominis,
Romana uigui clarior Ilia.”



     “Me nunc Thressa Chloe regit,
dulcis docta modos et citharae sciens,               
     pro qua non metuam mori,
si parcent animae fata superstiti.”



     “Me torret face mutua
Thurini Calais filius Ornyti,
     pro quo bis patiar mori,               
si parcent puero fata superstiti.”



     “Quid si prisca redit Venus
diductosque iugo cogit aeneo,
     si flaua excutitur Chloe
reiectaeque patet ianua Lydiae?”

               

     “Quamquam sidere pulchrior
ille est, tu leuior cortice et inprobo
     iracundior Hadria,
tecum uiuere amem, tecum obeam lubens.”




HORACIO:

Mientras te fui grato
y ningún joven, a mi preferido, echaba los brazos
a tu blanquísimo cuello,
fui el favorito, más feliz que el rey de los Persas.


LIDIA:

Mientras no te apasionaste por otra más que por mí
y Lidia no fue postergada a Cloe
-la Lidia de tanta fama-
fui la favorita, más renombrada que la romana Ilia.


HORACIO:

Manda en mí ahora la tracia Cloe, conocedora de suaves melodías
y hábil con la cítara,
por la que no temería morir
si los hados concediesen a su alma sobrevivirme.


LIDIA:

Me hace abrasar de amor, con fuego recíproco,
Calais de Turio, hijo de Ornito,
por quien moriría dos veces
si los hados concediesen a ese joven sobrevivirme.


HORACIO:

¿Y qué pasará si vuelve la antigua pasión
y, separados ahora, nos vuelve a unis con su yugo de bronce?
¿Si la rubia Cloe es desechada
y se abre la puerta a la rechazada Lidia?


LIDIA:

Aunque él es más hermoso que las estrellas
y tú, en cambio, más liviano que el corcho
y más iracundo que el furioso Atlántico,
desearía vivir contigo; gustosamente moriría a tu lado.

(Horacio, “Obras completas” Edit. Planeta)